(Esta numeración que estoy colocando está tan enredada que ni yo mismo la entiendo)
Los padres, tutores, cuidadores, maestros, no queremos hacer daño a nuestros hijos con las enseñanzas que les damos. Como se menciona popularmente, ser padre no es algo para lo que se tenga un titulo sino que vamos improvisando.
En términos neurolingüisticos somos la consecuencia de nuestras creencias, o mas bien víctimas de ellas. Lo que pensamos, decimos y hacemos se va formando desde el vientre materno influenciado por nuestras experiencias personales, actitudes, palabras y actos de quienes nos rodean.
Una de esas enseñanzas negativas en términos de desarrollo de obesidad futura es tener que comerse TODO lo que está en el plato.
Es así como terminamos comiendo más allá de la saciedad solo por no dejar nada.
Si a esto le sumamos una característica fisiológica de un retraso de alrededor de 20 minutos en la comunicación entre el estómago y el cerebro, significa que la sensación de saciedad tarda ese tiempo en ser captada por el hipotálamo. Por eso podemos seguir comiendo más allá de lo necesario y luego nos sentimos "enjampados".
En casa podemos empezar por regular lo que nos servimos para evitar esta tentación. Fuera de casa puede ser difícil hacerlo, en un restaurante, una visita, un evento. Ahí sirve repetirse la enseñanza de una de mis nutricionistas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario