sábado, 27 de junio de 2020

El mundo de las ideas

No es una contradicción con mi idea del sentido común

En la película "Los dos papas", Joseph Ratzinger le reclama a Jorge Bergoglio por su popularidad, quejándose que él no lo puede lograr.

Parece que a los seres humanos nos cuesta entender ciertas vivencias personales, como lo hacen los que nos ven desde afuera. Independientemente del hecho que la forma cómo nos ven los demás es un asunto de ellos y no nuestro, también es cierto que si no lo podemos elaborar, hay algo que no anda tan bien.

En la psiquiatría se distinguen los síntomas egosintónicos y egodistónicos, más ampliamente en la psicología, se refieren a la armonía o aceptación de lo propio, sentimientos, valores, comportamiento, logros, fracasos, etc.

Dios los cría y ellos (o el diablo) se juntan. Las personas con afinidades ideológicas, terminaremos juntas en algún bando conceptual, en contra de otro bando ideológico.

Ernesto Savater ha hablado sobre el irrespeto a las ideas. Se respeta a las personas, pero todas las ideas son susceptibles de ataque. Lo importante es no confundir a la persona con la idea.



En la confusión de conceptos que tenemos, como dice Savater "corporeizamos" las ideas, como si fuéramos una sola entidad la persona y sus ideas, por ello nos sentimos irrespetados cuando se controvierten nuestras ideas, muchas veces terminamos en ataques personales, trayendo a colación situaciones, características, comportamientos de los individuos que nada tienen que ver con el debate de la idea. El ataque debe ser conceptual, no personal.

El respeto se ejerce hacia las personas. En el mundo de las ideas, todo es cuestionable, debatible, refutable. Quien gana en este terreno es el que mejores, más sólidos y con mayor trazabilidad de argumentos presente, y no, el que habla más fuerte, más insulta o más odio genera.

La defensa de mi idea se hace con mis propios méritos. No constituye un argumento, por lo menos válido, atacar a la persona contrincante de la idea.


viernes, 5 de junio de 2020

La simetria de las relaciones

Siempre se debe aclarar que "relación" se debe entender en el amplio significado de la palabra, como la interacción entre seres humanos e incluye, las familiares, de amistad, laborales y románticas. Debido a que los ejemplos suelen ser mejor comprendidos con las relaciones románticas, se usan como guía.

Este clásico de Cuco Valoy sirve para ilustrar el concepto de hoy


El autor parte de la premisa de la reciprocidad del sentimiento, tal vez como una obligación, lo cual, para nada es cierto. Como si la persona a la que amo, a la que odio, a la que admiro, tuviera la obligación de sentir lo mismo por mi ¡No! Los sentimientos son una construcción, muchas veces inconsciente y hasta irracional que no soportan un análisis objetivo. Muchos tienen que ver con creencias aprendidas, inconscientemente desde la niñez, en nuestra interacción con padres, cuidadores y otras figuras de autoridad, tanto en sus rasgos físicos, como psicológicos y sociales.

La primera parte es aceptar que los sentimientos son asimétricos en las relaciones. Habitualmente hay una parte cuyo sentimiento es más intenso por el otro que viceversa.

El segundo aspecto es diferenciar la dependencia emocional del amor. En la primera hay una sensación de incapacidad de vivir o ser feliz sin la otra persona. En el segundo hay un reconocimiento de la individualidad, la capacidad de realizarse, alcanzar los objetivos personales, todo con el esfuerzo y mérito propios, sin depender, ni buscar la aprobación de otros. Es la propia actitud de entender que mi felicidad depende de la única persona en el mundo que lo puede lograr: YO mismo. Pero, decido consciente, voluntaria y consensuadamente compartir con otra persona porque quiero hacerlo, me gusta, me hace sentir agradable, no porque dependa de ello.

Y aquí está un cover no menos espectacular que el original, canta Huey Dunbar, Fragancia y James "Da' Barba" con DLG



Otro error común es pensar que la manifestación del sentimiento debe ser simétrica y es proporcional al sentimiento mismo. Tampoco es cierto. Cada persona tiene su constructo personal, sus tiempos propios, sus maneras y, tal vez, su estrategia, sobre cómo expresarse. Entonces, los hay quienes escriben, llaman, regalan, dedican poemas, canciones y quienes no. Esto no quiere decir que no exista el sentimiento, ni es una medida de su intensidad, solo es parte de la personalidad de cada uno.

A veces creemos y queremos que la otra persona nos trate tal cual como nosotros a ella. Es irracional, utópico e inalcanzable. Yo soy yo, la otra persona es otra persona, cada uno es cada uno, con nuestra propia personalidad, expectativas, historia, experiencias y necesidades.










 ¡Sí, ya sé! Ahora vienen los biólogos evolucionitas a decirme que eso no es verdad. Que los neandertales son una especie de hominidos paral...